lunes, 28 de noviembre de 2011

Sonidos vecinos

No es el, obviamente. No es pelado.
Pegada a mi cama hay una pared con una ventana. Si me paro en la cama, veo de perfil un balcón de un edificio. A la izquierda, el techo de una casa. Para abajo, un pequeño jardín con parrilla. Y a la derecha, una ventana tapiada. 

Hace 16 años que vivo en esta casa y hace 11 que este cuarto es mío. En esa ventana, a la derecha de mi perspectiva, había un trompetista. En las noches de verano, cuando mi ventilador era el más lento de toda la casa, y el aire acondicionado no existía, solía dormir con mi ventana abierta. Imaginaba que en esa casa había un trompetista solitario, pelado, que se consolaba con el sonido soplado de su instrumento. 
Lo imaginaba con una remera, un chaleco y un sombrerito, junto a su ventana, frente a algunas partituras. 

Hace años que no lo escucho más. Hoy en día los sonidos de Palermo son los temas más candentes del momento. Chorrean melodías pegadizas por los balcones y aperturas de las estructuras de la cuadra. Hoy me di cuenta que esa ventana está tapiada. Quiero creer, que el único motivo por el cual alguien tapiaría una ventana, es para acustizar una sala de ensayo. Quizás el trompetista volvió a tocar, pero humillado por las músicas contemporáneas, se guarda sus notas para el solo.

1 comentario:

  1. :(
    (Igual me hizo reir el comentario de la foto, fue lo último que leí).
    PD: El otro día, escuchaba al vecino de abajo de mi maestra de canto que repetía las vocalizaciones, casi en forma de burla...claro...tres años escuchando todos los días de 14 a 20 los laleos, las "A", "O", y demases debe ser insoportable.

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