jueves, 12 de marzo de 2015

Sobre la tendencia al fracaso como destino predeterminado



Pasan los años, y temporada tras temporada lo intento de verdad queriendo no caer en la frustracion. Tengo toda la tecnica repasada, los sabios consejos de mi madre, las concisas indicaciones de mi padre, horas de observacion y por supuesto, envidia. La predisposicion nunca falta, dale no puede ser tan dificil che, si a todo el mundo le sale vos no vas a ser mas pesada que el resto. Inspirada me mando, con todas las de ganar, y casi siempre arranca bien, relajada, divina, dejando que todo fluya. Hasta que se me cae el culo. Y las piernas. Los brazos hacen algo raro para recuperar el momento anterior pero para ese entonces ya tengo el agua tocandome la boca y la nariz y yo no puedo tolerar que algo me toque la boca y la nariz, abro los ojos y abandono la esperanza. Este año tampoco. 
No creo ser de esas personas que saben hacer la plancha en el agua.

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